Principales características de la escuela de los sofistas

El lenguaje era una herramienta fundamental para los sofistas. Creían en su poder para influir y persuadir. El conocimiento era una herramienta de persuasión. Enseñar a refutar cualquier argumento era crucial. No buscaban una verdad trascendente o divina.

El ser humano definía la realidad. Prometían enseñar el camino al éxito social y político. Su conocimiento estaba al servicio de quien pagara. Contribuyeron al desarrollo de la democracia, pero también a su manipulación. El pragmatismo dominaba su visión del mundo. Buscaban potenciar las habilidades retóricas específicas.

El relativismo moral era una consecuencia de su escepticismo. Esto les valió tanto admiración como rechazo. Ignoraban las cuestiones metafísicas y abstractas. El éxito social era el objetivo principal. El objetivo era ganar el debate a toda costa.

La verdad quedaba relegada a un segundo plano. No buscaban la verdad por sí misma. La sofística promovía la controversia y el debate constante. Su retórica era persuasiva y cautivadora. Atraían a jóvenes ambiciosos y adinerados. Los sofistas se consideraban a sí mismos expertos en el saber.

La moral dependía del contexto y la cultura.