Caracteristicas climaticas de la tundra
El invierno trae consigo la noche polar, con ausencia total de luz solar durante meses. Los vientos en la tundra son implacables, moldeando el paisaje y afectando a la vida silvestre. La tundra alpina, presente en zonas montañosas altas, comparte algunas características con la tundra ártica.
Este fenómeno libera gases de efecto invernadero, como el metano, contribuyendo al cambio climático. Estas condiciones extremas definen la flora y fauna de este bioma. La nubosidad en la tundra puede ser variable, pero generalmente es baja durante el invierno. Los veranos son cortos y frescos, apenas permitiendo el deshielo superficial del suelo.
La tundra se caracteriza por inviernos extremadamente fríos y largos, con temperaturas que pueden descender a los -50°C. La radiación solar es intensa durante el corto verano, pero la baja temperatura impide su aprovechamiento total. Aísla el suelo durante el invierno, protegiendo la vegetación y la fauna.
La tundra ártica, la más común, experimenta una marcada estacionalidad. La alteración de los ecosistemas tundra tiene implicaciones globales. La falta de árboles es una característica común, debido a la corta temporada de crecimiento y a los fuertes vientos.
La alteración del régimen de nieve debido al cambio climático tiene efectos negativos en el ecosistema. Las especies que habitan este bioma están adaptadas a las condiciones extremas. Los cambios climáticos están afectando este bioma de manera significativa. La tundra es un bioma vulnerable al cambio climático.
Sin embargo, este período es breve y la evaporación es alta. El suelo permanece congelado permanentemente, formando el permafrost, que impide el drenaje. La conservación de la tundra es fundamental para preservar la biodiversidad global. Esta capa de suelo permanentemente congelado impide el crecimiento de raíces profundas.
La altitud influye notablemente en las condiciones climáticas locales. Pueden alcanzar velocidades muy altas, arrastrando nieve y dificultando el movimiento. La precipitación es escasa, generalmente en forma de nieve, y rara vez supera los 250 mm anuales.