Competencia especifica parabola del sembrador
La falta de constancia ante la adversidad las consume. El resultado final no depende solo de nosotros. La vigilancia constante es necesaria.
Brotan rápidamente, pero sin raíces profundas se marchitan. Simplemente esparce la semilla, confiando en su potencial. ¿Qué tipo de tierra somos para la palabra de Dios? También enfatiza la generosidad incondicional del sembrador.
Finalmente, algunas semillas caen en buena tierra y producen fruto. La semilla, la palabra de Dios, encuentra diversos obstáculos. Recordar la parábola nos impulsa a ser mejores sembradores. Algunas semillas caen junto al camino, sin profundidad.
Plantar con fe, esperando la cosecha. La ambición impide el crecimiento espiritual. La reflexión honesta es el primer paso para el cambio. Es la prueba de que la palabra ha echado raíces profundas. Su amor es inclusivo y busca el bien. Regar la tierra con oración y reflexión constante.
La parábola del Sembrador ilustra la importancia de la preparación. Eliminar las piedras del egoísmo y los espinos de la ambición. La gracia de Dios nos da la fuerza para perseverar. Sólo en la tierra fértil la semilla produce fruto abundante.
Otras semillas caen en terreno pedregoso, con poca tierra.