Caracteristicas del arte nazarí con el arte califal
La búsqueda de la perfección y la armonía es una constante en ambas expresiones artísticas, aunque manifestada de formas diversas. El arte califal se caracteriza por su solidez y monumentalidad, reflejando el poder de un califato consolidado.
El arte nazarí, con su exuberancia decorativa y su uso de la luz y el agua, evoca una experiencia sensorial y emocional. El arte nazarí se distingue por la complejidad de sus diseños y la riqueza de sus detalles. La concepción del espacio interior es fundamental en ambos estilos, buscando crear ambientes agradables y funcionales.
El arte califal, por su parte, muestra una mayor influencia romana y visigoda, con arcos de herradura más marcados. El arte califal se caracteriza por la precisión matemática en la construcción de sus espacios y la repetición de motivos geométricos. La simetría y la proporción son elementos clave en ambos estilos, pero la aplicación de estas reglas varía significativamente.
La arquitectura, la decoración y la caligrafía se fusionan para crear espacios de gran belleza y significado. El arte nazarí, con su sensualidad y refinamiento, evoca el espíritu de una corte refinada y sofisticada. La policromía, aunque presente en ambos, es más sutil y refinada en la etapa nazarí.
El arte nazarí, en cambio, expresa una melancolía y fragilidad, propias de un reino en declive. El arte nazarí, en cambio, floreció en un contexto de inestabilidad política y militar, pero aun así logró alcanzar cotas de gran belleza. La preocupación por la funcionalidad y la estética se entrelazan para crear obras de arte de gran valor.
La decoración con azulejos y mosaicos es característica de ambos estilos, aunque con diseños y colores diferentes. La utilización de mármol blanco es más frecuente en el arte califal. La utilización del agua como elemento ornamental es más frecuente y elaborada en el arte nazarí.
Los materiales utilizados, como el mármol y el yeso, son trabajados con maestría en ambas épocas, pero con resultados estéticos diferentes. La utilización de materiales locales, como la piedra caliza y el yeso, es común en ambas épocas, aunque con diferentes acabados.
La belleza y la perfección son valores fundamentales en ambas expresiones artísticas.
El arte nazarí, en la Alhambra, crea un espacio único y original, adaptado al paisaje y al clima granadino. La decoración con yeserías es más elaborada y detallada en el arte nazarí. La inclusión de inscripciones caligráficas con poemas y alabanzas es más habitual en el arte nazarí.